La pereza es un defecto muy feo
Trencitas, la pequeña liebre, tiene un gran defecto: es perezosa. La maestra, una vieja cabra, ya no sabe qué hacer para conseguir que Trencitas trabaje. -Es que no veo la pizarra -declara ella para justificarse. Sus padres la llevan al oculista. Allí Trencitas sigue con la comedia y le ponen gafas, con unos cristales tan gordos que no ve nada. Así, la pequeña liebre ha caído en su propia trampa. No consigue distinguir ni la punta de sus pies, y no le queda más remedio que confesárselo todo a sus padres.