La sirenita - Hans Christian Andersen
Había una vez, en el fondo del océano, un maravilloso palacio construido con corales multicolores, caracolas de nácar, burbujas saltarinas y perlas de todos los tamaños. En el palacio vivían el rey y la reina de los mares y sus seis hijas. La Sirenita, la más pequeña de todas, solía cantar con voz muy dulce. Y pulsaba, como si fuesen las cuerdas de un arpa, los rayos de sol, que apenas se filtraban a través de las aguas profundas. -Madre –le decía la Sirenita a la reina-, dicen que allí arriba, en tierra firme, se levanta el gran mundo de los seres humanos… ¿Cuándo podré visitarlo? -Cuando cumplas 15 años –le respondía su madre-, tu padre te dejará que subas a la superficie y lo conozcas… Por fin llegó el ansiado día. Su padre, el rey de los marres, la llamó y le dijo: -Ya puedes subir….Pero nunca olvides que nosotros somos hijos del mar…Sé prudente con los seres humanos….Pueden ser muy buenos, pero también son capaces de hacer la mayor maldad… La Sirenita se deslizó ha