Dédalo e Ícaro –Juan Kruz Igerabide
Dédalo fue arquitecto e inventor, instruido por la propia diosa Atenea. Tenía como discípulo a un sobrino muy listo, que inventó la sierra, imitando la espina dorsal de un pescado. A raíz del invento, el sobrino se hizo más famoso que el propio Dédalo, y este tuvo celos. Un día, Dédalo se llevó consigo a su sobrino a lo alto de un templo construido en honor de Atenea y le mostró el paisaje. -Mira que vistas. El sobrino se acercó al borde para ver mejor. Entonces, Dédalo le dio un empujón y el muchacho se precipitó al vacío. Dédalo bajó corriendo, metió el cuerpo en un saco y lo transportó a un lugar lejano. Cuando la gente le preguntaba que llevaba en el saco, él contestaba: -Voy a enterrar a una serpiente. Pero descubrieron lo que tramaba y tuvo que huir del país. Se llevó consigo a su hijo Ícaro. Así fue como llegó a Creta y entró al servicio del rey Minos y construyó el laberinto. Cuando Minos se enteró de que Dédalo había construido un disfraz de vaca para su