Teseo –Juan Kruz Igerabide
El rey Egeo de Atenas no podía tener hijos y acudió a la bruja Medea. Esta le dijo: -Yo haré que tengas un hijo. Pero, en compensación, tienes que concederme un favor: si un día mis enemigos me persiguen, debes protegerme. Egeo juró hacerlo. Al cabo de un tiempo, Egeo tuvo un hijo: Teseo, fuerte y valiente desde niño. Con dieciséis años, el muchacho visitó el templo de Apolo y ofreció al dios un pelo de su cabellera, que nunca había cortado. Tenía una fuerza descomunal y levantó una enorme piedra del templo, bajo la cual se escondían unas sandalias y una espada mágica. Teseo era primo de Heracles, otro héroe forzudo, y junto con ese deseaba limpiar el mundo de maleantes y ladrones. Llegó a aquellas tierras un maleante gigantón que se divertía doblando pinos hasta el suelo. A los viajeros que pasaban a su lado, les pedía que le ayudaran a sujetar el pino. De pronto, él soltaba el árbol y la otra persona salía disparada por los aires. El maleante se tronchaba de risa. T