Filemón y Baucis –Gianni Rodari
Zeus, el rey de los dioses, y su mensajero Hermes descendieron una vez a la Tierra, disfrazados de pobres peregrinos. Una noche llegaron a una aldea. -Pasaremos la noche aquí –dijo Zeus-. Ve y pregunta si alguno de sus habitantes nos puede alojar. Hermes fue de casa en casa, pero sin éxito. La gente de aquella aldea era huraña, dura de corazón y no quería ni oír hablar de unos pobres peregrinos. Hermes volvió a reunirse con Zeus y le dijo que nadie quería hospedarlos. -Pero ¿has estado realmente en todas las casas? ¿No se te ha olvidado ninguna? -He estado en todas, menos en aquella cabaña situada en la colina. Allí deben de vivir unas personas muy pobres que, sin duda, no nos recibirán. -Haz la prueba, ve –ordenó Zeus. Hermes fue a llamar a la puerta de la pobre cabaña donde vivían Filemón y Baucis. Eran dos pobres viejos que carecían de lo indispensable para vivir y, sin embargo, hospedaron amablemente esa noche a los peregrinos. Incluso no dudaron en prepararles