El país de los cuentos perdidos -Gabriel Garcia de Oro y Purificación Hernández
Existe un país lejano, en donde descansa el viento, y en el que pasa algo extraño: nunca nadie está contento. Los niños pasan las horas diciendo de cualquier juego: -No quiero jugar ahora, ni tendré más ganas luego. En este país pequeño sucedió algo muy terrible. Se quedó desnudo el cielo pues el sol se hizo invisible. Y la gente dice a voces: -Nuestro sol ya no calienta. Los días parecen noches, negras noches de tormenta. Entre todo aquel tumulto, dijo un anciano a la gente: -Si bien no soy muy astuto, sé por qué el sol está ausente. -Aunque tengo ochenta años, aún no he escuchado la risa de un niño despreocupado que juega a cazar la brisa. ¿Quién puede ver cien gigantes donde sólo hay un molino? ¿Quién surca los siete mares en busca de su destino? Y la gente vio muy claro que su sol se había ido porque ya estaba cansado de un país tan aburrido. Pero una niña se enfada. Quiere que su sol regrese, sentir la luz en la cara y que su calor la bese. Deja esta nota a sus padres: