El estanque de los patos pobres -Fina Casalrrey (Segunda Parte)
13- ¿Quería ver a Induráin? El abuelo estaba en la cama y yo me senté allí con él. Cuando yo estoy enferma, el abuelo se sienta en mi cama y no se marcha. Y me cuenta cosas. -Ahora te voy a cuidar yo, ¿vale? Unos pocos días después de enfermar el abuelo, me parece que dos o algo así, vino papá porque tenían que llevarlo a revisión. Esa revisión no es la de poner aire en las ruedas del coche cuando nos vamos de viaje ni nada de eso. Es que llevan al abuelo a muchos médicos para que la hagan fotos de las tripas y muchas cosas más. Esta vez papá no me trajo regalos, ni trajo barba, ni nada. Cuando papá y mamá duermen juntos están contentos. Lo sé porque mamá hace comidas más ricas y quiere darle sorpresas a papá. Y yo la ayudo. Por ejemplo ella me dice: -No le digas a papá que hoy hay tarta de almendras. Es una sorpresa. Y cuando llega papá, yo le digo: -¡Hoy no hay tarta de almendras! Así después está más contento. Pero esta vez no estaban contentos