Minos –Juan Kruz Igerabide
Minos, hijo de Europa, era rey de Creta. Un día, armó un altar y quiso ofrecer en sacrificio algo especial a Poseidón, el rey de los mares. -¡Poseidón! Me gustaría ofrecerte un toro blanco en sacrificio. Poseidón no se hizo esperar: al punto, emergió de las aguas un hermoso toro blanco. A Minos le pareció le pareció un toro tan hermoso que, en lugar de ofrecérselo en sacrificio a Poseidón, se lo quedó para sí. Poseidón se enfadó mucho. -Esto no quedará así. Y para vengarse, el dios de los mares hizo que la mujer de Minos se enamorara del toro blanco. La mujer, presa del amor, mandó llamar en secreto al famoso arquitecto e inventor Dédalo. -Dédalo: me he enamorado de un toro blanco. Dédalo se rascó la cabeza. -¿Y qué puedo hacer yo, señora? -Escúchame, Dédalo: quiero que me fabriques un cuerpo de vaca. -Pero me es imposible, señora mía. -Tienes que hacerlo. Dédalo pensó y pensó día y noche, y al fin inventó un cuerpo de vaca, una especie de disfraz