La feria ambulante - Cuento mío
Rosita se desplazaba por muchos sitios, conocía lugares maravillosos, y a gente estupenda, pero no podía tener un hogar propio porque su familia trabajaba en una feria ambulante, y tenían un puesto de disparar globos. Tenía apenas 6 años, y conocía más cosas del mundo exterior que cualquier otro niño. Desde muy pequeñita viajó a lugares indescriptibles, visitó monumentos y museos de cada ciudad a la que iban. Siempre estaba aprendiendo nuevas cosas, y sus padres le enseñaban a escribir y a leer en sus ratos libres. Rosita no sabía lo que era tener un vecindario con niños de su misma edad. Ir al colegio y tener una maestra, o hacer actividades de deporte con otros niños. Lo que conocía ella era todas las actividades que se podían hacer en una feria, en cada puesto, y conocía a todas las familias que iban con ellos a todas partes. Muchos eran de la misma edad de sus padres, y tenían hijos de la edad de Rosita y más mayores. La vida del feriante es muy dura, porque depende