Chorlito y Remolino recogen frambuesas –Gianni Rodari
Chorlito y Remolino salieron juntos a recoger frambuesas. Las ponían en dos pequeños cubos, pero, mientras Chorlito perdía el tiempo, Remolino se movía ágil como un duende. Poco después, Remolino tenía su cubo lleno de frambuesas, mientras que Chorlito no había llenado siquiera la mitad. Entonces, Remolino le dijo a Chorlito: -Vayámonos a casa, porque yo ya tengo bastantes frambuesas. -No me iré contigo –dijo Chorlito-. Mi cubo está aún casi vacío. -Ven a casa enseguida; si no, llamaré al lobo. -Que no, que no me iré contigo. Entonces, Remolino fue a ver al lobo y le dijo: -Lobo, dile a Chorlito que vaya a casa. -No, no le diré nada. -Entonces, llamaré al perro. Remolino fue a ver al perro y le dijo: -Perro, persigue al lobo, así le dirá a Chorlito que vuelva a casa. -No, no lo perseguiré. -Entonces llamaré al palo. Remolino fue a ver al palo y le dijo: -Palo, dale una paliza al perro, para que persiga al lobo, para que el lobo le diga a Chorl