Caperucita Roja - Hermanos Grimm

Erase una niña encantadora y alegre conocida como Caperucita Roja desde el día en que su abuelita le regaló una graciosa capa encarnada con su caperuza.
Cierto día,muy de mañana,su mamá le dijo:
-He sabido que la abuelita está enferma y necesita tus cuidados.
He preparado esta cestita para que se la lleves. Pero anda ligera al atravesar el bosque,pues dicen que un lobo merodea por él.
-Sí,mamita ; no me detendré.
Eso dijo la niña,pero el bosque era hermoso y se entretuvo un poco.
-¡Hola,hola, hermosa niña!¿Dónde vas tan solita?
La voz bronca del lobo la alarmó,aunque procuró disimular. Y dijo :
-Es que mi abuelita está enferma y voy a llevarle esta cestita con tortas y miel.
-¡Oh,que niña más buena! Pero por este camino tardarás mucho.
¿Ves aquel de allí? Sigue por él y adelantarás,hazme caso.
Recelosa,Caperucita opuso:
-Creí que aquél era más largo.
-No,no ; ya lo verás.
La pequeña no se atrevió a protestar.
Recogió su ramillete de flores y su cestita y se despidió del Lobo,el cual,todo finura,correspondió atento quitándose el sombrero.
Pero en cuanto caperucita tomó por el largo sendero, se lanzó a la carrera hacia casa de la abuelita,relamiéndose con el banquete que se pensaba dar.
La pobre niña,anda que te andarás, creía que todo aquello no tendría fin.Y mientras tanto,el astuto animal,estaba ante la puerta de casa de la abuelita.
Llamó con su zarpa en la puerta y oyó:
-¿Eres tú,Caperucita? Pasa,niña mía,pasa...¡Ay,qué bien!
Demasiado pronto se alegraba la anciana,pero el susto no tardó en llegar cuando vio al lobo.
Pero,aunque anciana y enferma,saltó de la cama como un atleta,corrió al armario como una exhalación,y se encerró por dentro,dejando al lobo con un palmo de narices:
El animal quiso atraparla,y al verse burlado,dio rienda suelta a su furor.
-¡Esta vieja me las pagará!-gritaba.
Pero de pronto se conformó pensando que la nieta resultaría más sabroso bocado que la abuela.
De modo que empezó a discutir en cómo hacerlo mejor.
Rebuscando en la cómoda de la anciana encontró un camisón y un gorro de dormir.
Se lo puso todo,se miró en el espejo y no pudo ocultar su satisfacción.
-¡Mecachis,que guapo soy!
Y mientras tanto,la pobre señora no se atrevía a nada,dentro del armario y temiendo lo peor.
-¡Oh,que no venga caperucita!-se decía para sus adentros.
Pero caperucita....fue.Ya estaba llamando en la puerta.Y el lobo,que se había metido en la cama y cubierto el embozo,dijo con voz aflautada:
-¡Caperucita...!¡Que alegría! Empuja la puerta y entra.
La niña se sorprendió un tanto del aspecto estrafalario de la anciana y tímidamente,susurró:
-Abuelita,¡que orejas más grandes tienes hoy...!
-Son para oírte mejor,paloma.
-¡Y que ojos más grandes los tuyos!
-Así te veré mejor,niñita...
-¡Oh,que boca tan enorme....!
-Es para comerte mejor,paloma.
El lobo saltó de la cama y se lanzó sobre la niña. Ella,lista, corrió gritando hacia la puerta sin dejar de gritar pidiendo auxilio...
El lobo,estrafalario con su gorra y camisón,corría tras ella.Caperucita se creyó perdida.
Pero sus gritos habían sido escuchados por un honrado campesino que,armado de un buen garrote,se dispuso a entrar en acción.
¡Y vaya si lo hizo! El garrote iba y venía sobre las costillas del lobo que aquello era un primor.
El animal,dolorido y viendo todas las estrellas del cielo,escapó a todo correr.
¡Y que ridículo estaba al huir!
Salió la abuelita del armario y abrazó a la niña con amor. De la alegría se puso buena y comieron tortitas junto con el cazador.
¿Qué fue del lobo? -se preguntará más de uno.
Pues.....tanto y tan lejos corrió que no se le volvió a ver.




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