Blancanieves y los 7 enanitos - Hermanos Grimm
Aquella linda princesita, Blanca Nieves,pudo haber sido feliz y no lo era a causa de su madrastra,la más bella y orgullosa de las reinas,la trataba con desdén.Nadie sabía que era también bruja,además de la vanidad misma.
Tenía un espejo mágico y cada día le preguntaba si era la más bella de las mujeres.Siempre,el espejo afirmaba....cierto día,ya no.
-¡La más hermosa de las mujeres es la princesa Blanca Nieves!
Ardiendo de ira,la Reina fue en busca de su montero y le ordenó:
-¡Llevarás al bosque a Blanca Nieves,lejos de todos, y la matarás!-Reina y señora,no puedo hacerlo...
-En tal caso,tú también morirás.
Aterrado,el sirviente obedeció y,en compañía de la princesita,se alejó.
Estaban lejos,cuando dijo muy triste y lloroso:
-Por orden de la Reina,debo darte muerte,princesa. Y no sabes lo que me cuesta hacerlo...Con lágrimas en los ojos,la niña suplicó clemencia.
Y el buen montero,apiadado,se marchó,no sin antes advertir:
-Bien,te abandonaré aquí,pero permanece oculta. Si la Reina supiera mi desobediencia,me haría matar.
Lo prometió la niña y se quedó sola en un lugar desconocido,con las avecillas por testigos de soledad.
¡Ay!,anochecía y el temor la invadía. De pronto...descubrió a lo lejos una diminuta y linda casita y a ella se acercó.
Como nadie atendiera a sus llamadas,entró.Y vio una mesa puesta con siete platitos, su cuchara y su tenedor.Como tenía hambre,la pobre niña fue probando un poco de sopa de cada platito.
¡Y qué rica le pareció!
Estaba cansada y recorrió la diminuta casa.Halló siete camitas,las probó todas, y, en la última se acostó,todavía llorando sus desdichas.
Cesaron los pajarillos en sus trinos, como si supieran que tenía la niña necesidad de reposar y el conejito dejó de saltar.
La casita pertenecía en realidad a los Siete Enanos del bosque,que todos los días iban a trabajar en su mina de diamantes. Alegre no dejaba de cantar, Gruñón de refunfuñar,Perezoso se quedaba atrás,Llorón tenía,como siempre,ganas de llorar...Y tuvo ocasión,pues empezó a derramar lágrimas como puños al entrar en casa y observar que faltaba sopa de su platito.
-¡Tate!- alguien ha comido sopa de mi plato -dijo Tragón.
Los siete recorrieron la casita y en la última cama...
-¡Oh,qué niña más hermosa...!
-¡Tiene lágrimas en las mejillas! -se admiró Llorón.
Despertó ella y al pronto se asustó.
Pero luego supo que los enanitos eran excelentes y le brindaban su amistad.
Así que se quedó a vivir con ellos y volvió a sonreír.Pero...la Reina,consultó a su espejo y éste dijo:
-La más bella es...¡Blanca Nieves!
Furiosa,se fue a la cueva donde ejercía sus artes mágicas entre pócimas y pajarracos,se disfrazó de vieja vendedora y, con gran arte,introdujo veneno en una manzana gorda y colorada.
Riendo espantosamente, se fue al bosque.
-¡Volveré a ser la más hermosa! -se repetía-. ¡Blanca Nieves morirá! ¡Ah...soy dichosa...!
Encontró a la niña asomada a la ventana y le entregó la manzana.
Como no la había reconocido,la mordió.En el mismo instante ,cayó al suelo ,fulminada.
-¡Ja...ja...!-reía la muy bruja,mientras desaparecía ligera.
¡Pobres enanitos! ¡Qué dolor sintieron al hallarla sin vida!
En una hermosa urna de cristal,la llevaron a su lugar favorito en el bosque.
Y allí la descubrió el apuesto príncipe del País Sonriente.Enamorado de ella,decidió llevarla a su palacio.
Mas,al mover la urna,la manzana saltó de la garganta de Blanca Nieves y volvió a la vida...
Los príncipes se casaron y,en compañía de los enanitos,fueron felices.
En cuanto a la madrastra,dicen que al saberlo explotó de ira. ¡Plaf! ¡Se acabó!
Tenía un espejo mágico y cada día le preguntaba si era la más bella de las mujeres.Siempre,el espejo afirmaba....cierto día,ya no.
-¡La más hermosa de las mujeres es la princesa Blanca Nieves!
Ardiendo de ira,la Reina fue en busca de su montero y le ordenó:
-¡Llevarás al bosque a Blanca Nieves,lejos de todos, y la matarás!-Reina y señora,no puedo hacerlo...
-En tal caso,tú también morirás.
Aterrado,el sirviente obedeció y,en compañía de la princesita,se alejó.
Estaban lejos,cuando dijo muy triste y lloroso:
-Por orden de la Reina,debo darte muerte,princesa. Y no sabes lo que me cuesta hacerlo...Con lágrimas en los ojos,la niña suplicó clemencia.
Y el buen montero,apiadado,se marchó,no sin antes advertir:
-Bien,te abandonaré aquí,pero permanece oculta. Si la Reina supiera mi desobediencia,me haría matar.
Lo prometió la niña y se quedó sola en un lugar desconocido,con las avecillas por testigos de soledad.
¡Ay!,anochecía y el temor la invadía. De pronto...descubrió a lo lejos una diminuta y linda casita y a ella se acercó.
Como nadie atendiera a sus llamadas,entró.Y vio una mesa puesta con siete platitos, su cuchara y su tenedor.Como tenía hambre,la pobre niña fue probando un poco de sopa de cada platito.
¡Y qué rica le pareció!
Estaba cansada y recorrió la diminuta casa.Halló siete camitas,las probó todas, y, en la última se acostó,todavía llorando sus desdichas.
Cesaron los pajarillos en sus trinos, como si supieran que tenía la niña necesidad de reposar y el conejito dejó de saltar.
La casita pertenecía en realidad a los Siete Enanos del bosque,que todos los días iban a trabajar en su mina de diamantes. Alegre no dejaba de cantar, Gruñón de refunfuñar,Perezoso se quedaba atrás,Llorón tenía,como siempre,ganas de llorar...Y tuvo ocasión,pues empezó a derramar lágrimas como puños al entrar en casa y observar que faltaba sopa de su platito.
-¡Tate!- alguien ha comido sopa de mi plato -dijo Tragón.
Los siete recorrieron la casita y en la última cama...
-¡Oh,qué niña más hermosa...!
-¡Tiene lágrimas en las mejillas! -se admiró Llorón.
Despertó ella y al pronto se asustó.
Pero luego supo que los enanitos eran excelentes y le brindaban su amistad.
Así que se quedó a vivir con ellos y volvió a sonreír.Pero...la Reina,consultó a su espejo y éste dijo:
-La más bella es...¡Blanca Nieves!
Furiosa,se fue a la cueva donde ejercía sus artes mágicas entre pócimas y pajarracos,se disfrazó de vieja vendedora y, con gran arte,introdujo veneno en una manzana gorda y colorada.
Riendo espantosamente, se fue al bosque.
-¡Volveré a ser la más hermosa! -se repetía-. ¡Blanca Nieves morirá! ¡Ah...soy dichosa...!
Encontró a la niña asomada a la ventana y le entregó la manzana.
Como no la había reconocido,la mordió.En el mismo instante ,cayó al suelo ,fulminada.
-¡Ja...ja...!-reía la muy bruja,mientras desaparecía ligera.
¡Pobres enanitos! ¡Qué dolor sintieron al hallarla sin vida!
En una hermosa urna de cristal,la llevaron a su lugar favorito en el bosque.
Y allí la descubrió el apuesto príncipe del País Sonriente.Enamorado de ella,decidió llevarla a su palacio.
Mas,al mover la urna,la manzana saltó de la garganta de Blanca Nieves y volvió a la vida...
Los príncipes se casaron y,en compañía de los enanitos,fueron felices.
En cuanto a la madrastra,dicen que al saberlo explotó de ira. ¡Plaf! ¡Se acabó!
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