Tedy, el osito mágico - Cuento mio


En un pais alejado, en el oriente de Europa, vivía una familia muy pobre que tenía una bebé de medio año.
Los padres eran de mediana edad, y no tenían trabajo actualmente, por lo que no podían permitirse cuidar al bebé como era debido.
Pidieron ayudas al estado, y les concedieron una ayuda con la que podían salir un poco adelante.
Fueron con el pequeño Andy a un supermercado muy grande, y dando un paseo por la zona de los juguetes el pequeñin vió un peluche marrón que era muy grande, y enseguida se abrazó a él...
Los padres vieron que Andy estaba feliz con el osito, y decidieron comprárselo.Después de ese día muchas cosas cambiaron.
Ya en casa, Andy jugaba todo el día con el osito. Pasaron dos años, y el niño seguía igual de feliz con su osito como el primer día.
Andy ya sabía hablar y le puso de nombre al osito "Tedy". Estaba todo el día con él, por la mañana y por la tarde.
Una noche, los padres estaban preocupados porque las cosas estaban muy mal, no había apenas trabajo, y ya no sabían como llegar a fin de mes.Entonces pasó algo mágico. Hubo lluvía de estrellas y Tedy cobró vida.
Él habia estado con esa familia mas de dos años, y viendo tantas desgracias, hizo realidad un sueño que añoraban mucho los padres.
El osito pidió un deseo, y se cumplió. ¿A qué no sabeis cual era?
Había pedido que los padres encontrasen trabajo, y así fue. A la mañana siguiente los llamaron a los dos de unas empresas muy importantes para que trabajen para ellos.
No podían creerselo, por fin  llegaría a casa dos sueldos enteros.
El niño era muy feliz, porque sus padres estaban contentos, y jugaba todos los dias con el osito. De repente el osito le habló y le dijo:
-Andy, tus padres encontraron trabajo porque yo pedí un deseo, y ahora quiero pedir otro, pero a ti.
-No me tires nunca como a un juguete del que te cansas, quédate siempre a mi lado.

Andy, se puso a  llorar y abrazó al osito. En el fondo lo entendió, y el pequeñin se emocionó.
Esa familia ya no era la de antes, su suerte había cambiado. Tedy cambió la vida de los padres de Andy.
Hoy, cincuenta años después, Andy ya es abuelo, y adivinad quién juega con el osito. Los nietos de Andy no sueltan el osito ni para dormir. Es algo realmente mágico y muy bonito, porque ese osito pasó de generación en generación.
Asi que, cuando tengais un juguete que os guste mucho, jugad con él todo el tiempo que podais, y no los abandoneis como a simples juguetes.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Cuatro pitufos en apuros - Cuento mio

El niño de la gorra de beisbol -Cuento mio

El gato Zarpas-desconocido