La tripa de Tino - Pilar Mateos
Durante la
clase de música el profesor le pidió a Tino que cantara una canción.
Así, de
repente, Tino se acordó de una canción muy graciosa, con palabras prohibidas
que rimaban muy bien. Pero no era apropiada para personas mayores, de modo que
la desechó rápidamente y siguió pensando. Entre tanto la tripa empezó a hacerle
ruidos. Y para disimular empezó a preguntar cosas al profesor.
Pero de nada
sirvió, porque de repente su tripa hizo el rumor de un río.
Y todos sus
compañeros se giraron hacía Tino, y empezaron a reírse.
Tino, era un
niño pequeño, que iba al cole ya, y
tenía dos amigos. Penélope Lope, y Ricardito Campeón.
Sus padres
eran como los demás. El padre era alto, e iba siempre vestido de camisa y
corbata porque trabajaba en una oficina. Y la madre, era morena, y se vestía con ropa muy ancha, porque dentro
de su barriga cuidaba a la nueva hermanita de Tino, que se llamaría Araceli.
Un día su
madre tenía contracciones, y tuvo que ir al hospital con su marido. A todo
esto, Tino quedó en casa de su tía Elena.
Su tía
Elena, era actriz, y de pronto la veías en una fotografía vestida de una
anciana que cargaba madera, como que estaba vestida como una niña antigua.
Se quedó con
ella durante dos semanas, y para Tino, fueron las semanas más largas de su
vida.
El iba al
cole con sus amigos, y mientras tanto su tripa seguía haciendo ruidos raros,
pero ahora ya los había perfeccionado bastante. Cuando llegaba a casa cenaba
con su tía Elena.
Y como la
tía Elena no cocinaba, siempre pedían la comida por teléfono.
Cuando Tino
se iba a la cama, se acomodaba entre los siete almohadones azules, y su tripa
le contaba cuentos y le cantaba canciones.
Así iban
pasando los días para Tino, siempre la misma rutina.
Tenía muchas
ganas de saber si su hermanita Araceli había nacido, pero su madre no lo
llamaba, y su padre no iba a verle.
Un día, Tino
va con su tía Elena a una cafetería y se sientan en la barra a tomar algo.
Entonces,
ven que algo extraño pasa. Un loro, que está encerrado en una jaula, empieza a
decir en voz alta:
-Don
Gregorio es un hombre malo. Obliga a sus trabajadores a quedarse hasta las ocho
en el trabajo, y a trabajar por dos.
Don
Gregorio, era el jefe del padre de Tino, aunque él no lo sabía. E iba vestido
con un traje azul marino, y una corbata amarilla con líneas negras.
El hombre
estaba jugando a un videojuego, a lo que dejó el mando, y se puso
a explicar que su empresa había perdido mucho dinero y muchos clientes.
Por eso los trabajadores tenían que poner de su parte para que eso evolucione.
A lo que
dijo el loro:
-Déjalos
salir dos horas antes.
Estuvieron
discutiendo un rato, porque Don Gregorio decía que con una hora tenían
suficiente.
Al final,
Tino y su tía Elena se fueron a casa a cenar. Cuando estaban cenando, llamaron
al timbre varias veces.
Y Tino,
salió corriendo hacia la puerta a abrir.
-Papá -
¿Nació ya Araceli? –preguntó Tino a su padre
-Sí hijo.
Tu hermanita tiene los ojos negros como
el carbón, y es muy guapa. Salí antes para buscarte e irnos a casa, porque Don
Gregorio nos dejó salir dos horas antes del trabajo.
Entonces,
Tino hizo su mochila, con su pijama de tigres, sus zapatillas, y su cepillo de
dientes y se fue con su padre.
Fin,
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