El vampiro va de boda - Lola Núnez y Rocío Antón
¡La gran noche ya llegó! Del atúd ha salido el vampiro en camisón. ¡Aquí está la invitación!
"Doña Blanca Momia
y
Don Marciano Frankenstein
tienen el placer de invitarle
a su MONSTRUOSA BODA
que tendrá lugar en
la Capilla del Cementerio
a las DOCE en PUNTO
la Noche de Difuntos.
LOS INVITADOS DEBERÁN
VESTIR DE ETIQUETA."
El vampiro que es muy limpio ha llenado la bañera y se ha metido en el baño con patito y jabonera.
Se frota y se refrota el trasero con la toalla. ¡Qué bonito le ha quedado el culo al muy canalla!
"Tiene que ir muy elegante y vestido de etiqueta como dice la tarjeta"
El vampiro busca y busca por rincones y ranuras. ¿Pero dónde se habrá metido esta vez su dentadura?
Ha sacado de su armario calzones con mariquitas, camisa blanca de seda, tirantes y pajarita.
Cepilla con ilusión su flamante traje negro,que hace cien años compró para las bodas y entierros.
Sus zapatos, relucientes, son del más dino charol.Brillan tanto que el vampiro se ha puesto gafas de sol.Con litros de brillantina todo el pelo se ha empapado. Y con raya a la derecha el vampiro se ha peinado.
Se cubre toda la cara con polvos blancos de arroz y se pinta unas ojeras con un trozo de carbón.
La gran capa negra y roja es de suave terciopelo; la tiene mucho cariño, porque era de su abuelo.
Queda un último detalle que le vuelve majareta: el vampiro se perfuma con esencia de mofeta.
El cielo esta encapotado y comienza a diluviar. El vampiro llama a un taxi, pues no se quiere mojar.
A estas horas, ningún taxi quiere ir hasta el castillo. Tendrá que ir a la boda caminando.
¡Pobrecito!
Como lleva un chubasquero que le cubre hasta los pies va a caer a un agujero después de dar un traspiés.
¡El vampiro es un desastre! Del agujero ha salido todo sucio hasta el flequillo y se mira entristecido.... y aunque se ha manchado un poco él cree que va de etiqueta como dice la tarjeta.
Y cuando llega a la cripta, acaban de dar las doce. Le miran los invitados, ninguno lo reconoce.De repente se preocupa...
¿Y si no voy de etiqueta como dice la tarjeta?
¡Están todos fascinados al ver su bonito atuendo!
Baila con los invitados y se siente muy contento.
Después de tanto trajín, la historia se este vampiro ha acabado bien por fin.
Fin,
"Doña Blanca Momia
y
Don Marciano Frankenstein
tienen el placer de invitarle
a su MONSTRUOSA BODA
que tendrá lugar en
la Capilla del Cementerio
a las DOCE en PUNTO
la Noche de Difuntos.
LOS INVITADOS DEBERÁN
VESTIR DE ETIQUETA."
El vampiro que es muy limpio ha llenado la bañera y se ha metido en el baño con patito y jabonera.
Se frota y se refrota el trasero con la toalla. ¡Qué bonito le ha quedado el culo al muy canalla!
"Tiene que ir muy elegante y vestido de etiqueta como dice la tarjeta"
El vampiro busca y busca por rincones y ranuras. ¿Pero dónde se habrá metido esta vez su dentadura?
Ha sacado de su armario calzones con mariquitas, camisa blanca de seda, tirantes y pajarita.
Cepilla con ilusión su flamante traje negro,que hace cien años compró para las bodas y entierros.
Sus zapatos, relucientes, son del más dino charol.Brillan tanto que el vampiro se ha puesto gafas de sol.Con litros de brillantina todo el pelo se ha empapado. Y con raya a la derecha el vampiro se ha peinado.
Se cubre toda la cara con polvos blancos de arroz y se pinta unas ojeras con un trozo de carbón.
La gran capa negra y roja es de suave terciopelo; la tiene mucho cariño, porque era de su abuelo.
Queda un último detalle que le vuelve majareta: el vampiro se perfuma con esencia de mofeta.
El cielo esta encapotado y comienza a diluviar. El vampiro llama a un taxi, pues no se quiere mojar.
A estas horas, ningún taxi quiere ir hasta el castillo. Tendrá que ir a la boda caminando.
¡Pobrecito!
Como lleva un chubasquero que le cubre hasta los pies va a caer a un agujero después de dar un traspiés.
¡El vampiro es un desastre! Del agujero ha salido todo sucio hasta el flequillo y se mira entristecido.... y aunque se ha manchado un poco él cree que va de etiqueta como dice la tarjeta.
Y cuando llega a la cripta, acaban de dar las doce. Le miran los invitados, ninguno lo reconoce.De repente se preocupa...
¿Y si no voy de etiqueta como dice la tarjeta?
¡Están todos fascinados al ver su bonito atuendo!
Baila con los invitados y se siente muy contento.
Después de tanto trajín, la historia se este vampiro ha acabado bien por fin.
Fin,
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