Caillou en el dentista – Johanne Mercier
Hoy Caillou
va al dentista por primera vez.
-Vamos a
darnos prisa, Caillou. ¡No queremos llegar tarde! –llama mamá.
Caillou no
contesta. ¿Dónde se habrá metido?
Mama
encuentra a Caillou en el cuarto de baño.
-Caillou
–dice mamá con una sonrisa-, ¡ya te has lavado los dientes esta mañana!
-¿Son
bonitos, mamá?
-Sí,
Caillou, son muy bonitos. ¡Ahora date prisa, es hora de irnos!
En la
consulta del dentista, Caillou y mamá se sientan en la sala de espera. Caillou
abraza con fuerza a Teddy. Justo entonces, oye un extraño runruneo.
-Teddy,
vienes conmigo a ver al dentista, ¿vale? –susurra Caillou.
Una mujer
con una amable sonrisa se dirige a Caillou:
-¡Hola,
Caillou! Me llamo Linda. Ven conmigo y os enseñaré, a ti y a tu osito, la mejor
manera de cepillaros los dientes.
Caillou y
mamá siguen a Linda a una sala pequeña. Dentro hay una silla grande, y justo
encima, una lámpara de apariencia extraña.
-Siéntate,
Caillou –dice Linda.
Linda enseña
a Caillou cómo sube y baja la silla.
-¿Puede
sentarse también Teddy? –le pregunta Caillou.
-¡Claro que
sí!
Caillou y
Teddy se sientan en la silla del dentista.
Linda
inclina la parte posterior de la silla para que Caillou pueda tumbarse. ¡Pero
Caillou no se tumba!
-Túmbate,
Caillou –le dice amablemente Linda-. Así puedo ver mejor tus dientes.
Linda enseña
a Caillou un espejito que se usa para mirar los dientes de la parte de atrás de
la boca. Pone en marcha el cepillo eléctrico, que gira muy deprisa.
-¡Anda, eso
es lo que hacía ese ruido extraño! –dice Caillou a Linda.
-Ahora voy a
hacer brillar tus dientes como si fueran estrellitas –dice Linda.
-Vale-
contesta Caillou, comprobando primero si mamá sigue allí.
Sí, mamá
está justo detrás de él. Linda cepilla los dientes de Caillou. Después, el
dentista entra en la sala para examinarle la boca.
-Hola,
Caillou. Soy el doctor Joseph. ¡Caray, tienes unos dientes muy bonitos! ¿Los
cepillas todos los días?
-¡Esta
mañana, dos veces! –contesta Caillou con orgullo.
Cuando
Caillou está listo para marcharse, Linda le da un cepillo de dientes nuevo para
llevarse a casa.
-Y puedes
escoger dos sorpresas de la caja –le dice.
-¡¿Dos?!
–exclama Caillou, mientras examina los artículos de la caja. Elige una lupa y
un anillo-.
-¡La lupa
para mí, y el anillo es para mi mamá!
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