La pequeña aventura de Martin -Cuento Mío
Nos
encontramos en Australia, una preciosa isla situada al sur del Océano índico.
Podemos saber que debido a su avanzada edad, este continente tiene
diversos climas y hábitats que son únicos en el planeta.
El animal
más conocido ahí, entre otros es el koala. Sobre él hablaremos un poco esta
vez. Nuestro pequeño protagonista se llama Martin, mide apenas 60 cm, y pesa
alrededor de unos 10kg. Su mama, Katy lo tuvo hace apenas dos meses, y cada día
se alegra más de tener un hijo como Martin.
Los koalas
aunque parezca mentira, viven pegaditos a su mamá, hasta que son capaces de
sobrevivir por sus propios medios. Un
día Katy, iba con el pequeño Martin cargado en la espalda, surcando los altos
árboles de eucaliptos para comer hojas.
En la selva
australiana es un poco complicado vivir, ya que los seres humanos quieren cazar
todo tipo de animales. Por lo tanto deben tener mucho cuidado…
Siguiendo
con la historia, iban mamá e hijo comiendo pequeñas hojas de eucalipto, cuando
se encontraron con más familias que tenían bebés alrededor de la edad de
Martin.
Mientras las
mamás recogían hojas para los pequeños, y conversaban, ellos de momento sólo
podían mirarse con timidez, ya que no se conocían.
Pasaba el
tiempo, los koalas crecían, y cuando Martin tenía ya dos años, su mamá lo dejó
ir con sus amiguitos a jugar mientras ella comía.
Conoció mas
animales, hizo su pandilla de amigos, y todos juntos corrían y saltaban por las
ramas de los arboles.
Disfrutaron
de muchas aventuras juntos, aunque fueran diferentes entre sí, la niñez, la
ilusión, las ganas de divertirse dejaban esas diferencias de lado. Y asi,
nuestro pequeño Martin, aprendió a jugar
con el agua del mar, se enterraba en la arena con sus amigos, saltaban como
Tarzán por lianas en los bosques…muchas cosas que le sirvieron en su vida.
Su mamá
siempre le dijo: “No te juntes con desconocidos”, pero Martin era tan cabezota,
tan sociable que no podía evitar no hablar con desconocidos cuando el solo quería
hacer amigos nuevos.
En una de
esas veces en las que jugaba en la selva, cayó desde lo alto de un árbol, a
mucha distancia del suelo, y se rompió una piernita. El medico que había por ahí,
le vendó el pie, y le recomendó reposo total. Nuestro protagonista, no debió de
hacer mucho caso, porque a los dos días cayó de nuevo y rompió un brazo.
El pobre
parecía una especie de espanta pájaros con el pie izquierdo vendado, y el brazo
derecho con escayola.
Aprendió la
lección, y desde su recuperación poco más subió a los árboles.
Conoció a
Pisi, una pequeña koala que había emigrado con sus papás desde muy pequeña a
Europa.
Juntos, formaron
su propia familia, y fruto de su amor nació el pequeño Benji, que tendría que
aprender de los errores igual que el papá.
No os
asustéis que Benji si que vivió aventuras durante su infancia y sin hacerse
daño alguno..
Hasta la
próxima amiguitos ¡!!
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