Libre- Cuento Mío

Qué bonito sería ser libre como los pájaros, que vuelan por los cielos da igual que llueva o truene, que haga sol o nieve.
Eso piensa Sebastian, un oso común que vive enjaulado en un zoológico.
Lleva ahí desde que nació, y sólo ve gente alrededor, niños pequeños que le tiran comida o le sacan fotos.
Hay más animales como él, tigres, leones, lobos, monos, urones...Animales de todas las especies que te imagines.

El problema es que tienen una hora en la que los cuidadores  les dan la comida, o limpian sus jaulas. Pero Sebastian cuando mira al cielo y ve pájaros volando, gaviotas, palomas o golondrinas,ansia tener la misma libertad que tienen ellos.
Ir donde él quiera, no aguantar risas tontas o insultos sobre si está gordo, o si da miedo.
Creció en cautividad, sin una familia al lado que lo proteja, y la única protección que conoce es la suya misma.
Añora ver más animales de su especie, no sabe lo que es jugar en el rio, o revolcarse en el suelo de un bosque lleno de hojas de otoño.

En el zoológico ve caer las hojas, pasar las estaciones, pero no es lo que él necesita.
El quiere y desea la libertad de los pájaros voladores, que sin ningún miedo van a todas partes, ven mundo o conocen otros de su especie.
Un nuevo comprador está interesado en el zoo y cada vez que se pasea por delante de su jaula, un miedo atroz le recorre todo el cuerpo por la incertidumbre de que pasará con él si esta persona compra el recinto.

El zoo es enorme, hay muchisimos animales, y cuesta llegar a fin de mes por todos los gastos que este supone. Entre trabajadores, comida específica para cada especie, vacunas, veterinarios, y las propias instalaciones del zoo, son un gasto muy grande,que el propietario no puede llevar a cabo.
Pasan días cuando llega a oidos de Sebastian que el zoo finalmente fue vendido.
Cada dia, cada hora, minuto o segundo que pasa el oso se vuelve loco sólo de pensar en qué pasará con él.
Hay personas muy malas por el mundo que no tienen buenas intenciones. Además tiene entendido que a los osos los sacrifican  para utilizar sus pieles como alfombras para las casa.
Es el miedo que Sebastian tiene, de que hagan con él alguna barbaridad.

Pero las cosas no fueron como el oso Sebastian pensaba, el comprador era una persona de buen coazón, que invertió su dinero en construir un parque de atracciones para toda la familia.

-"¿Y qué pasó con los animales?" -os preguntaréis.

En cuanto a los animales, dejó a cada especie en su hábitat natural. A Sebastián lo mandó a un bosque protegido en Europa, dónde conoció más osos de su misma especie, y donde finalmente hizo todo aquello que había soñado.
Formó su propia familia, y cada día descubriria cosas nuevas, aventuras que le darían la libertad soñada.



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