Sara y Ulises - Amaia Cia
Un regalo muy especial (Contado por Sara)
Mañana es el
cumpleaños de Sara.
-Vas a tener
un regalo muy especial –dice mamá-. Tendrás que cuidarlo y hacerle muchos
mimos.
¡Por fin, un
hermanito!, piensa Sara.
Sara está
tan contenta que esa noche no puede dormir. Lo intenta contando ovejas. Cuando
ya no le cabe ni una más en la habitación Sara sigue despierta.
Llega el día
siguiente y el momento de abrir el regalo.
-No sabía
que los hermanitos vinieran dentro de una caja con un lazo azul –dice Sara.
Lo mira por
un lado y por otro. Le da unos golpecitos y escucha. Silencio.
-¡Me encanta
mi hermano! No es como el de mi amiga Susana, que se pasa todo el día llorando.
Sara estira
del lado, quita la cinta, abre la caja y mira dentro.
Descubre
unas orejas de felpa, una lengua de fieltro, dos ojos de botón y un cuerpo de
trapo.
¡Oh, no! ¡Su
hermanito es un oso de peluche!
Sara se
enfurruña durante tres días. El cuarto día decide buscar un nombre para su oso:
-Te llamarás
Ulises, aunque no te guste.
Ulises casi siempre está serio. Cuando se ríe lo hace con elegancia,
sin alborotar.
Le gusta: Leer diez páginas de su enciclopedia
ilustrada cada noche.
Le gusta mucho: Llegar puntual a todas partes. Haber
nacido en Inglaterra.
Le gusta muchísimo: Bailar.
No le gusta: Que le lleven la contraria. Tampoco
que le apaguen la luz cuando aún no ha terminado de leer sus diez páginas de la
enciclopedia.
Color preferido: Amaranto (el rojo le parece vulgar)
Comida preferida: Las pastas de mantequilla que
acompañan al té (el que toman en Inglaterra a las cinco en punto de la tarde y
el flan con nata.
Le da miedo: El agua. Si se moja se le apelmaza el
algodón del relleno y no puede pensar.
Ulises es
gruñón, caprichoso, sabihondo y tiquismiquis. Siempre quiere tener la razón.
Cuando mamá pone
garbanzos para cenar, Ulises se come el chorizo. Mientras Sara corta la carne,
él le roba las patatas.
Y si de
postre hay flan, Ulises le un lengüetazo a la nata.
Por las noches,
el muy caradura, elige el lado bueno de la cama, el que está más cerca de la
ventana. Y se acerca al de Sara para que ella le lea un cuento mientras comen
galletas.
-Asi las
migas siempre se quedan en mi lado –protesta Sara-. ¡Cómo pican!
Pero a
Ulises también le gusta comer coliflor (¡menos mal!).
Y dejar su
lado de la cama para abrazar a Sara cuando tiene pesadillas. Pero lo mejor de
todo: Lo que más le gusta a Ulises es….
¡Bailaaar!
Un regalo muy especial
(Contado por Ulises)
Mañana es el cumpleaños del osito de peluche. El dueño de la
tienda de juguetes lo mete en una caja con un gran lazo azul y le dice:
-Vas a tener un regalo muy especial. Te vas a una casa donde
te van a cuidar y a hacer muchos mimos.
¡Por fin una familia de osos!, piensa Ulises. El osito está
tan contento que se duerme plácidamente soñando con Mamá Osa, Papá Oso y un
enorme plato de gachas.
Al día siguiente al oso de peluche le despiertan unos
golpecitos en la caja.
Alguien la está abriendo. ¡Qué ganas tiene de dar un buen
abrazo de oso!
Pero lo que ve asomarse es una nariz de niña, unos ojos de
niña y unas coletas de niña.
¡Horror! ¡Es una niña! –piensa el osito.
El oso de peluche se queda callado tres días, pero no se
enfada porque cree que enfadarse no es elegante. El cuarto día refunfuña cuando
la niña elige un nuevo nombre para él.
-Yo no me llamo Ulises. Me llamo Doce Noventaycinco. Lo ponía
muy claro en la etiqueta.
Aunque en el fondo le encanta su nuevo nombre.
Sara casi siempre se ríe a carcajada
limpia. Cuando se enfada no hay quien la aguante.
Le gusta: Encender su bola del mundo y
descubrir países nuevos (cada noche los de un color) . Mirar las estrellas
desde la cama.
Le gusta mucho: Ayudar a su madre en la cocina. Puede
que de mayor sea pinche, astronauta o cocinera de un cohete espacial.
Le gusta muchísimo: Bailar.
No le gusta: Obedecer. Tampoco las cosas que se
comen que empiezan por “C”: coliflor, coles de bruselas, calabacines y
alcachofas (aunque empiecen por “A”)
Color preferido: Rojo.
Comida preferida: Patatas con chorizo bien hechas, (un
día probó unas mal hechas y no le gustaron)
Le da miedo: Que aparezca un monstruo en su
habitación (aunque no existan). Que en Marte solo se puedan cultivar
alcachofas.
Sara no le cae bien. Es gruñona, caprichosa, sabihonda y
tiquismiquis. Siempre quiere tener la razón.
Cuando le ponen garbanzos para cenar, Sara se come el
chorizo. Y en cuanto él se despista, ella le roba las patatas. Y si de postre
hay flan, Sara devora la nata en dos cucharadas.
Por las noches, la muy caradura, elige el lado bueno de la
cama, que siempre es el que tiene el plato de galletas cerca.
-Así come más que yo y no me deja ni las migas! –protesta Ulises-.
¡Qué envidia!
Pero a Sara también le gusta empujar la coliflor con el
tenedor hasta el borde del plato para que Ulises se la coma y darle un buen abrazo de niña cuando él lo
necesita.
Pero lo mejor de todo: Lo que más le gusta a Sara es….
¡Bailaaar!
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