Una aventura con el Conejo Cejo- Cristina M. Aceña
Cejo era un
simpático conejo saltarín. Un día de primavera se encontró con todos sus
amigos. Empezaron a hablar de una mágica criatura voladora llamada “mariposa”.
Cejo nunca
había visto una mariposa y decidió que era un buen día para empezar a buscarla.
-¿Has visto
alguna mariposa? –preguntó Cejo a su amigo el ratón Ramón.
-No
–contestó Ramón-, quizás haya una escondida entre los pensamientos.
Beja tampoco
había visto mariposas, pero había visto moverse algo debajo del narciso.
¿Quizás sea
una mariposa?
¡Pero era el
topo Dopo!
Mariquita
dijo a Cejo que buscara debajo del viejo cubo. Algo se movía.
-Cejo, aquí
no hay mariposas, -dijo Dopo-. Busca entre las campanillas.
¡Pero eran
saltamontes juguetones!
“Lo
saltamontes son divertidos –pensó Cejo-, pero las mariposas son más bonitas”.
Miró debajo
de un nenúfar para ver si allí encontraba mariposas.
¡Pero
encontró a la rana Saltarina!
Saltarina
dijo que era muy aburrido buscar mariposas, pero pensó que podrían estar entre
las flores del rosal.
¡Pero entre
las flores había pájaros!
-Quizás
nunca encontremos mariposas –dijo Cejo muy triste, y se sentó en su tronco
preferido. Muy pronto se quedó dormido.
Se despertó
porque algo le picaba en la punta de la nariz. ¿Qué era?
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