Afrodita y Adonis -Juan Kruz Igerabide


La diosa Afrodita fue novia de Zeus. Pero Zeus se enamoró de una ninfa. Afrodita se puso celosa y convirtió a la ninfa en un árbol.
Zeus, todo apenado, besó una rama. Beso que daba Zeus, niño que nacía. Se formó un bulto en la rama, y un leñador echó el ojo al árbol.
-¡Huy que rama más gorda! Me la llevo para hacer fuego. y le dio un hachazo Cuál no sería su sorpresa, cuando al partirse la rama brotó de ella un niño, que creció al momento y se convirtió en el muchacho más guapo nunca visto.
Afrodita, que estaba vigilando desde un escondrijo, llegó corriendo y apartó al leñador de un empujón.
-¡Es mío! -gritó, embelesada por la belleza del chico-. Se llamará Adonis. Lo encerró en una cajita y bajó con ella al infierno. Llamó a una muchacha de nombre Perséfone, que vivía allí abajo:
-Oye, guapa. Guárdame esta cajita en un lugar seguro, hasta que yo te la reclame.
-Vale.
-Y no se te ocurra abrirla, ¿entendido?
-Vale.
Vale, vale, pero la curiosidad pudo más. Perséfone levantó un poquito la tapa.
-¡Ahí va! ¡Qué chico tan guapo! ¡Para mí!
Y lo tomó como novio.
¡Cómo se puso Afrodita cuando se enteró!
Bajó al infierno, bufando:
-Oye, mocosa: ¿no te dije que no abrieras la caja? Devuélveme a mi novio.
-No. Que elija él.
Pero Adonis era incapaz de decir esta boca es mía; aún no se le había pasado el susto de nacer de un hachazo.
-¿Ves? ¡Quiere conmigo! -gritó Afrodita.
-¡Mentira! -protestó Perséfone.
Armaron tal escándalo que tuvo que bajar Zeus, el rey de los dioses. Cuando vio de qué se trataba, se enfadó.
-¿Y me molestáis por esto?
¡Pues no tengo asuntos más importantes que atender! ¡Ahí os quedáis!
Y se marchó lanzando rayos y truenos, furioso.
Entonces, llamaron a una ninfa muy sabia y muy justa.
Esta pensó: <<Vaya dos. Tengo que hacer que el chico se libre de ambas, al menos durante un tiempo; de  lo contrario, no le va a dejar vivir>>
-Pues lo mejor va a ser que dividamos el año en tres partes- sentenció la ninfa-. La primera parte del año, Adonis la pasará con Afrodita, que fue la primera en descubrirlo. La segunda parte,  se quedará solo, para descansar. Y la tercera se irá con Perséfone.
Así fue como el bello Adonis se marchó a vivir con Afrodita. Pero cuando le tocó descansar, Afrodita le ciñó un cinturón mágico que usaba para apresar al que amaba, y no le dejó irse. Y tampoco respetó el turno de Perséfone.
-¡Egoísta, más que egoísta! -gritó Perséfone a Afrodita; pero a esta, como era más fuerte, le daba igual.
Entonces, Perséfone llamó a escondidas a su amigo Ares, que era el dios de la guerra.
El dios de la guerra se convirtió en jabalí y se escondió para acechar a Adonis. En un despiste de este, se abalanzó sobre él y se lo tragó enterito, como si se tratara de una bellota.
Acto seguido, corrió a esconderse en el infierno. 
Afrodita, que nunca lloraba, esta vez sí que lloró. Zeus la vio, y se quedó sorprendido.
-¿Afrodita llorando? ¡Oh! Debe de ser muy grave.
Se enterró de lo ocurrido. Bajó al infierno, agarró al jabalí, le metió la mano en la boca y le arrancó el muchacho.
Zeus dio permiso al bello Adonis para salir del infierno los veranos.
El resto del año tenía que pasarlo allí abajo. Afrodita se tuvo que conformar.



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