Los tres cerditos - Walt Disney

Eranse tres preciosos cerditos gordos y lustrosos,amigos íntimos desde la niñez...Un día,creyendo que ya lo sabían todo,fuéronse alegres a vivir su vida.
Se hallaban ya en un lugar alejado cuando el más serio anunció:
-No podemos vivir nuestra vida sin tener un techo bajo el cual cobijarnos.
-¡Oh!-exclamó despreocupado.
Eso es fácil.Me haré una casita de paja y así no tendré calor.Pero se lo tomó con calma y Seriote llevaba ya la suya muy adelantada a fuerza de tirar de cemento y ladrillos:
-La paja no te resguardará de las fieras-advirtió Seriote.
-¡Fieras,bah!- se burló el primero,sin dejar de reír.
Naturalmente,con aquel material,hizo su casa en un periquete.
Y sucedió que el amo del lugar,el Lobo,acudió a la casita donde estaba la golosina.
Como arma de ataque y conteniendo la risa,utilizó su aliento...Sopló y sopló y la paja voló en todas direcciones dejando a Despreocupado sin la menos defensa.
¡Qué gran susto,el del ingenuo cerdito!
-¡Espera,Lobo,no!-suplicó.
El Lobo no tuvo sino que alargar sus zarpas para hacerse con el manjar.Sin perder el tiempo metió a Despreocupado en un saco,mientras se iba diciendo:
-No me conformaré contigo,sino que,en menos que canta un gallo,poseeré a los tres.
Y se fue en busca de Cantarín que,algo más previsor,se hacía su hogar a base de madera.Mas,con tanto cantar,dejaba los clavos bailando.Y en esto,con su saco al hombro,el Lobo apareció diciendo:
-Ven aquí,Cantarín;formarás parte de mi menú.¡Je...je...! De nada te servirá correr a encerrarte...
Cantarín,sin hacer caso del consejo se movió ligero,entrando en la casita como alma que lleva al diablo.
Y mientras tanto,en tono amenazador,el Lobo decía:
-No va a servirte de nada.A Despreocupado,tu amigo,ya lo tengo en el saco.Escucha su griterío y....¡tiembla!
El pobre Cantarín sudaba la gota gorda,pero dándose buena prisa a encerrarse en su casa.
Y el Lobo,con calma,se preparó para el ataque.Dejó sobre la hierba el saco que contenía su plato favorito y empezó a soplar con toda la fuerza de sus pulmones poderosos.
-¡Tierra,trágame!.susurró Cantarín viendo volar tablas.
El edificio que había creído suntuoso,cayó como un castillo de naipes.El único recurso de Cantarín era la huida.Y echó a correr.Pero,demasiado gordo para el poderoso enemigo pegado a sus talones,no tardó en caer prisionero.Entonces,suplicó:
-¡Piedad! ¡Piedad...!
¡Todo iba a ser inútil,sí!
Se encontró en un abrir y cerrar de ojos dentro del saco,en unión de Despreocupado,su compañero de fatigas.
-¡En busca del tercero!-gritó el Lobo,feliz con su suerte.
¡Que linda y sólida era la casita de Seriote! La obra perfecta de quien  no conoce la pereza.
¡Asómate a la ventana y verás!
Siempre precavido,el buen cerdito lo hizo desde la del piso alto.¡Que dolor el suyo al comprobar la suerte de sus dos amigos! Suerte mala en verdad...
Siempre activo,cerró de golpe la ventana que Lobo intentaría abrir sin resultado,pues la casa estaba hecha a conciencia,con puerta a prueba de ladrones.Luego,sigiloso,escapó por otra puerta que previamente había colocado en la parte de atrás y,sin ruido,desanudó el sacó y liberó a sus amigos.
A la chita callando,mientras el Lobo trepaba por una escalera para entrar por la chimenea,ya que puertas,ventanas y casa se le habían resistido,los tres se encerraron en el seguro hogar.
¡Y que actividad emprendieron entonces los tres!
Llenaron la chimenea de leñas y cuando el Lobo consiguió al fin pasar su corpachón por el agujero fue a parar...¡sobre las ardientes llamas del hogar!
Envuelto en fuego,hecho una pura ampolla,el Lobo escapó jurándose no volver jamás.
Y...los cerditos haraganes escarmentaron de una vez por todas.

Comentarios

  1. Amo este cuento se lo contaba a mi niña cuando era chiquita, se me desaparecio y lo lamente mucho, ahora ella ya tiene 16 años y de nuevo lo encontré😊

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es una alegría para mi escuchar eso y que precisamente lo encuentre en mi blog. Muchas gracias por visitarlo ☺

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Cuatro pitufos en apuros - Cuento mio

El niño de la gorra de beisbol -Cuento mio

El gato Zarpas-desconocido