Algo extraño está ocurriendo en el bosque australiano. Un muchacho, llamado Cody, corre a toda velocidad entre los árboles y salta entre las rocas. Rápido, rápido, es urgente, porque Faloo, el canguro, ha hecho saltar la alarma de los animales. ¿Quién ha sido atrapado esta vez? –pregunta Cody, casi sin aliento al llegar junto a su amigo. Es Marahute, la hembra del águila gigante- explica Faloo dando grandes saltos. El ave, expresa del pánico, lanza gritos agudos: -¡Scriich! ¡Scriich! -¡Vamos!¡Cálmate, yo no te haré daño! –murmura el chico acercándose. Sin embargo está casi tan asustado como ella. -Vamos a ver, Joanna, ¿qué hemos cogido hoy? Un dingo, un viejo puercospín, o un… muchacho. Perceval Mac Leach acaba de aparecer con su dragón de Komodo por encima del foso donde ha caído Cody. ¡Bianca!...Me preguntaba… si quisieras… -¿Sí, amigo mío? –dice ella sonriendo. En aquel preciso momento, François, el camarero, trae a Bianca el mensaje de la Sociedad SOS, q